Niña
Morena...
Niña morena y
ágil, el sol que
hace las frutas,
el que cuaja los
trigos, el que
tuerce las
algas,
hizo tu cuerpo
alegre, tus
luminosos ojos
y tu boca que
tiene la sonrisa
del agua.
Un sol negro y
ansioso se te
arrolla en las
hebras
de la negra
melena, cuando
estiras los
brazos.
Tú juegas con el
sol como con un
estero
y él te deja en
los ojos dos
oscuros
remansos.
Niña morena y
ágil, nada hacia
ti me acerca.
Todo de ti me
aleja, como del
mediodía.
Eres la
delirante
juventud de la
abeja,
la embriaguez de
la ola, la
fuerza de la
espiga.
Mi corazón
sombrío te
busca, sin
embargo,
y amo tu cuerpo
alegre, tu voz
suelta y
delgada.
Mariposa morena
dulce y
definitiva
como el trigal y
el sol, la
amapola y el
agua.
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