Esta
flama
voraz
que arde
en mi
pecho
Que me
atordoa
y me
agita en
el lecho
En
pseudos
y doces
espasmos
de
dolor,
Es dolor
saboroso
que
conduce
a la
locura,
Que
acalma,
acalienta,
entorpece,
tortura,
Insolentes
y castos
efluvios
de
amor...
Qué son
estas
ondas
tan
incoherentes
De
colores
y
sonidos
fuertes,
envolventes,
De
tantos
sabores
paradoxales?
Serán
los
sentidos
que
están me
engañando
O
solamente
los
sueños
que van
me
embalando
En mis
días
maduros,
tristes,
otoñales?...
Confieso:
es el
brado,
el
grito,
el
clamor,
la
explosión,
Loco
sentimiento,
mesclado
en
pasión,
Que yo
siento
por tí y
es tan
delirante
Que sólo
se
acalma
cuando
adormesco
Y de
tales
dolores
no más
padesco
En el
reposo
encantado
de tu
pecho
amante...